Dulce de Leche

El dulce de leche es una deliciosa y cremosa preparación que puede disfrutarse sola, como relleno de pasteles, o como acompañamiento de postres. Aquí tienes una sencilla receta para hacer dulce de leche en casa. ¡Vamos a endulzar tu día!

Ingredientes:

  • 1 litro de leche entera
  • 2 tazas (400 g) de azúcar
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

Instrucciones:

1. Preparación Inicial:

a. En una cacerola grande, vierte la leche y agrega el azúcar.

b. Calienta a fuego medio hasta que la mezcla comience a hervir, revolviendo constantemente para disolver el azúcar.

2. Agregado del Bicarbonato de Sodio:

a. Cuando la leche esté caliente, agrega el bicarbonato de sodio. Este paso ayudará a que el dulce de leche adquiera una consistencia más espesa.

b. Reduce el fuego a bajo y continúa cocinando a fuego lento.

3. Cocción a Fuego Lento:

a. Cocina la mezcla a fuego lento, revolviendo ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo de la cacerola.

b. Este proceso puede llevar varias horas. La clave es la paciencia. El dulce de leche estará listo cuando tenga un color caramelo oscuro y una consistencia espesa.

4. Agregado de Esencia de Vainilla (Opcional):

a. Si decides agregar esencia de vainilla para darle un toque adicional de sabor, hazlo cuando el dulce de leche esté casi listo.

b. Revuelve bien para incorporar la vainilla.

5. Enfriado y Almacenamiento:

a. Una vez alcanzado el punto deseado, retira la cacerola del fuego y deja enfriar el dulce de leche.

b. Transfiere el dulce de leche a frascos de vidrio esterilizados y guárdalos en el refrigerador.

Consejos Adicionales:

  • Si prefieres un dulce de leche más claro, reduce el tiempo de cocción.
  • Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tu preferencia de dulzura.
  • Al enfriar, el dulce de leche se espesará más, así que tenlo en cuenta al cocinarlo.

¡Ahora tienes tu propio y delicioso dulce de leche casero listo para disfrutar! Úsalo como relleno, cubierta o simplemente para untar en pan o galletas. ¡Buen provecho!

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